LOS TECHOS CENTROLAM SON ENSAMBLADOS MEDIANTE UN COSIDO DE CLIPS, LO QUE EVITA LA PERFORACION DEL MATERIAL Y SE MINIMIZA EL RIESGO DE FILTRACIONES. LA CALIDAD DEL MATERIAL Y SU REVESTIMIENTO TAMBIEN LE SUMAN PUNTOS A ESTE INSUMO.

La durabilidad de los techos metalizados, especialmente de instalaciones industriales, corporativas y comerciales, va más allá de la calidad del material con el que las fabrican. La manera en que se engranan cada una de las piezas que lo componen forma parte de las condiciones que garantizan una mayor resistencia a factores adversos como el agua de lluvia. Hacia este aspecto apunta de manera satisfactoria los techos Centrolam, producidos en Venezuela.

Estas cubiertas tienen la ventaja de que no se requiere unir las láminas entre sí mediante atornillamientos para evitar las perforaciones que pueden generar filtraciones. Las láminas se fijan con un clip especial y se “cosen” con una máquina especialmente ideada para ese fin. Esta marca manufactura láminas continuas, de acuerdo con los requerimientos del cliente. Los solapados laterales son de tipo mecanizados, que no requieren perforación.

Se calcula que este producto, denominado en inglés “standing-seam”, tiene la ventaja de que la estructura puede estar libre de mantenimiento entre 20 a 40 años, dependiendo de otros factores colaterales, lo que se traduce en una larga vida útil. Estos techos se manufacturan en espesores que van desde 0.45 hasta 0.70 mm. Acero galvanizado, Galvalume (acero cubierto de zinc) y aluminio son los tres tipos de insumo que se emplean en su fabricación.

En cuanto al acabado, las láminas pueden ser planas, con nervios o con estriaciones. Se producen principalmente en blanco, azul, amarillo y rojo, aunque se puede analizar la aplicación de un color distinto según lo requiera el cliente. Las pinturas se aplican al horno y son de poliéster siliconado que alargan su duración. Hay distintos tipos de láminas, según su forma, aplicación y calidad del material. tal como lo ilustran las siguientes imágenes.